El Instituto Nº 178 concentró hoy el acto central por el Día de la Memoria Nicoleña. Hubo intervenciones artísticas y contó con la presencia del único sobreviviente de la Masacre de Juan B. Justo, Manuel Gonçalves Granada.
En el marco del Día de la Memoria Nicoleña, desde las 19 horas se realizó en el Instituto Nº 178 (Francia 82) la actividad central en homenaje a un nuevo aniversario de la Masacre de Juan B. Justo. El encuentro, abierto a toda la comunidad, fue impulsado por estudiantes de segundo año de la carrera de Comunicación Social para el Desarrollo junto con la Mesa de la Memoria por la Justicia de San Nicolás, y combinó expresiones de no ficción, teatro, poesía y música.
La jornada contó con la presencia de dos figuras clave para la memoria colectiva local: Manuel Gonçalves Granada, único sobreviviente de la masacre. Y María Adela Antokoletz, hija de la Madre de Plaza de Mayo nicoleña Adela Gard y actual secretaria de FEDEFAM.
A lo largo de la tarde, el público participó de distintas intervenciones culturales que buscan recuperar, transmitir y mantener viva la memoria del terrorismo de Estado en la ciudad. Los estudiantes presentan el libro “Retina codificada, donde la memoria sigue viva”, una producción propia que reúne relatos y abordajes sobre derechos humanos. Luego, sube a escena la obra teatral “Ser alguien”, dirigida por Oscar Naya, que aborda identidades fracturadas y memorias en disputa.
El actor nicoleño Marcelo “Colo” Pascale interpretó el recitado “Manuel no es Superman”, una pieza dedicada a la historia de Gonçalves Granada. Más tarde, el músico local Torito Mágico presentó su tema “El niño del placard”. Escrito en homenaje al sobreviviente cuya vida se volvió símbolo de la búsqueda de verdad y justicia.
El cierre de la actividad estuvo a cargo de la Mesa de la Memoria por la Justicia, con la palabra de María Adela Antokoletz. Quien compartió reflexiones sobre la importancia de sostener la memoria activa y de acompañar la lucha por los derechos humanos en la región.
Único sobreviviente
Durante la actividad, Manuel Gonçalves Granada, único sobreviviente de la Masacre de Juan B. Justo, dialogó con EL NORTE y compartió reflexiones sobre el sentido de la fecha: “El Día de la Memoria representa muchas cosas. Es un día de mucha reflexión, de entender que, aunque esto haya pasado hace casi 50 años, estamos en un momento particular del país en el que es sumamente necesario hacer memoria y transmitir lo que pasó. En este caso, lo que se conoce como la masacre de la calle Juan B. Justo. No solo a San Nicolás, a las nuevas generaciones, a todos”.
Y agregó: “Este ejercicio de memoria se hace con mucho esfuerzo, con el compromiso de la Mesa de la Memoria de San Nicolás y de tantos hombres y mujeres que se comprometen con hablar de la dictadura y de lo que pasó. A mí solo me toca acompañar eso”.
“Son muchas las sensaciones, porque no es un día cualquiera. Siempre me pregunto qué debo hacer yo como único sobreviviente. Y entiendo que lo que debía hacer es estar acá, acompañando esta jornada, con el instituto y todo el trabajo que han hecho”, destacó.
“Si a alguien le cuentan esta historia, probablemente piense que es ciencia ficción. Pensar que muchas personas rodearon una casa a las seis de la mañana y la destruyeron sabiendo quiénes estaban dentro y las consecuencias de ese ataque”, reflexionó Manuel.
Y añadió: “A veces pienso que no pudo haber sido posible, pero lo fue. Ese asombro que todavía provoca, ese escozor que nos genera a quienes transitamos esa historia, marca la necesidad de no olvidar. Aunque parezca una historia de ciencia ficción, no lo fue. Las dictaduras son eso: la barbarie de quienes se creen dueños de la vida de los demás”.
Finalmente, al preguntarle qué le gustaría que la sociedad recuerde sobre su madre, Ana María del Carmen Granada, Manuel afirmó: “Era una chica muy joven, de 23 años. Como tantos militantes y la mayoría de los desaparecidos, estaban entre los 20 y los 30 años. Creo que es un ejemplo: alguien capaz de mirar al otro incluso antes que a sí misma, y de pensar que el mundo debe cambiar. El tiempo les dio la razón. La lucha que mantuvieron ella y todos sus compañeros y compañeras está lamentablemente vigente».
María Adela Antokoletz: «Debemos seguir uniendo siempre la lógica al sentimiento»
La encargada de las palabras finales fue María Adela Antokoletz: “Quiero decir que, en medio de tanta onda negativa, y en medio de tanta destrucción de equipos que estudian los temas y los datos vinculados a los derechos humanos, y también en medio de tantos ataques contra las Abuelas, contra las Madres y contra cualquiera que se movilice en defensa del que está al lado, resulta verdaderamente esperanzador encontrarnos; qué hermoso es este grupo”, declaró.
Luego, agregó: “Hoy hemos sido 12 los que viajamos con alegría en tres vehículos, y realmente es hermoso avanzar juntos hacia objetivos en común. Últimamente, me conmuevo más en estos encuentros que antes. Creo que, a medida que pasa el tiempo, nos volvemos más sensibles; pero también debemos seguir uniendo siempre la lógica al sentimiento, y no quedarnos únicamente con el sentimiento.”
Finalmente, concluyó: “Eso es, justamente, lo que creo que desde las autoridades del gobierno quieren: que sintamos, pero no que razonemos. Bueno, gracias por estar en este campo de batalla, querida gente.”
Una jornada atravesada por la historia
La fecha recuerda la masacre ocurrida en la madrugada del 19 de noviembre de 1976, cuando fuerzas conjuntas del Ejército, la Policía Federal y la Bonaerense irrumpieron en una vivienda de Juan B. Justo al 700, asesinando a María del Carmen Fettolini, Omar Amestoy y Ana María Granada. También murieron sus hijos, María Eugenia y Fernando, de 5 y 3 años, quienes no resistieron los gases lacrimógenos.
En medio del operativo, un bebé fue encontrado con vida escondido en un placard: Manuel Gonçalves Granada, quien años más tarde recuperó su identidad gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo y el Equipo Argentino de Antropología Forense.
En 2012, durante el primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Nicolás, los responsables —Fernando Saint Amant, Antonio Bossié y el comisario Muñoz— fueron condenados a prisión perpetua. Desde 2008, mediante el Decreto Nº 12.937/08, la ciudad conmemora oficialmente cada 19 de noviembre como el Día de la Memoria Nicoleña.