Florencia Comas dejó a su hija en el jardín de infantes y desapareció. Un día después, el 13 de setiembre de 2024, hallaron su cuerpo en un camino rural atado y envuelto en una sábana. Había sido asesinada. La investigación descubrió una oscura trama. Tres hombres fueron detenidos. Solo uno, que al igual que la joven pertenecía a la comunidad de hipoacúsicos, fue imputado. Se suicidó en la cárcel cuatro meses después del hecho.
De la redacción de EL NORTE
redaccion@diarioelnorte.com.ar
Hace un año atrás la ciudad y el país se conmocionaban con la noticia del femicidio de una joven perteneciente a la comunidad de hipoacusicos que desapareció luego de llevar a su hija de tres años al jardín de infantes. Florencia Comas, quien solo se comunicaba con lenguaje de señas fue vista por última vez el jueves 12 de septiembre de 2024. Tenía 27 años y vivía en la zona norte. Alrededor de las 8 de la mañana de ese día, como lo hacía habitualmente, dejó a su hija en el establecimiento escolar. En el horario de salida las autoridades llamaron a su esposo, que estaba trabajando, para que pasara a retirar a la nena porque su madre no había ido a buscarla. El teléfono de Florencia ya no respondía.
La última conexión en WhatsApp había sido a las 8.38. En ese horario una testigo la vio sentada en el último asiento del colectivo de línea 504. Fue lo último que se supo de ella hasta que en la mañana del viernes 13, un día después, un empleado del ENTRE se topó con un bulto envuelto en una sábana de color rosa en inmediaciones de la Planta. Se trataba del cuerpo sin vida de Florencia. Había sido asesinada.
La autopsia reveló que había muerto por asfixia mecánica por estrangulamiento. No había señales de defensa y el deceso databa del mismo día de la desaparición. Otras averiguaciones permitieron establecer que el cuerpo fue arrojado en el lugar apenas un rato antes de su hallazgo.
A las seis de la tarde de ese día una importante cantidad de vecinos, familiares, allegados y un grupo de personas pertenecientes a la comunidad hipoacúsica de la que formaba parte Florencia realizaron una movilización reclamando justicia. Entre ellos se encontraba Jonhatan Latapié.
Primera detención
Los investigadores trabajaron de manera incesante. La cantidad de imágenes de cámaras a revisar era enorme. Se trataba de 24 horas de grabaciones que marcaban desde el punto en que se vio a Florencia por última vez hasta el lugar donde su cuerpo fue hallado. La pesquisa se encontró con graves dificultades. Entre ellas que la mayoría de las personas que podían brindar testimonios fundamentales eran hipoacúsicos lo que entorpecía una fluida comunicación.
Tres días después detuvieron en Rosario a Walter Solís acusado por el asesinato y buscaban a otro sujeto por su posible participación en el hecho. El hombre fue vinculado a la causa luego de que el marido de Florencia, Braian Acuña, aportara un video íntimo que databa de mayo pasado en el que aparecía Solís junto a la víctima.
Al día siguiente de la detención de Solís se presentó en fiscalía junto a sus abogados Nahuel Siboldi, quien había sido señalado como la persona que filmó el video y de quien además se investigaba la presunta vinculación con el homicidio de Florencia. Con el avance de la investigación ambos fueron desvinculados del hecho y sobreseídos.
El miércoles 18 de agosto del año pasado efectivos de DDI, detuvieron en zona céntrica a un tercer sujeto quien se convertiría en el único imputado por el crimen. Era Jonathan Gabriel Latapié, un hombre hipoacúsico de 38 años. Se habían descubierto las imágenes del momento en que la joven se encontró con él en Plaza Mitre, luego se los ve ingresar juntos a una casa cercana en calle Belgrano, donde el acusado realizaba trabajos de albañilería. Nunca se la vio salir. Coincidentemente se pierde allí la última señal de su celular. Además, su vehículo, un Peugeot de color gris habría sido visto merodear por el lugar donde fue hallado el cuerpo.
Las pruebas eran abrumadoras. Latapié fue formalmente imputado y le dictaron prisión preventiva. Nunca confesó el crimen, el secreto del móvil del femicidio lo acompañó a la tumba porque el 26 de febrero último el hombre fue hallado ahorcado en su celda del complejo Melchor Romero adonde había sido llevado para protegerlo debido a un historial de varios intentos de suicidio.