Mayormente se producen los fines de semana, a la salida de los boliches. Se trata de jóvenes, de ambos sexos, que en la vía pública protagonizan fuertes peleas que, incluso, son filmadas y subidas a redes sociales. Vecinos del centro de la ciudad coinciden en que estos episodios se volvieron habituales. Una postal que bien expone los tiempos violentos que atraviesa una parte de la sociedad, con el consumo excesivo de alcohol como factor común.
De la redacción de EL NORTE
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En la madrugada de este sábado, un grupo de personas protagonizó una fuerte discusión en la esquina de Lavalle y Sarmiento. Según testigos, el enfrentamiento estuvo al límite de terminar en agresión física. Pero no se trata de un caso aislado.
El domingo pasado, en la cuadra de Nación entre Maipú y Don Bosco, un grupo numeroso de jóvenes protagonizó otra situación violenta. En videos difundidos en redes sociales se observa una pelea generalizada con insultos, empujones y golpes, donde una mujer toma una rama del piso, golpea el pavimento y persigue a otro joven con ella.
El jueves 3 de julio, en Savio y Falcón, dos personas se enfrentaron. “Tuvieron que intervenir personas que pasaban cerca”, detallaron testigos.
Semanas atrás, en Mitre y San Martín, un grupo de personas que salía de un bar agredió brutalmente a un motociclista. “Pensamos que lo aplastaba, nos paralizamos”, expresaron a EL NORTE quienes presenciaron la escena, donde la víctima quedó tendida, con la cabeza debajo de un auto en movimiento.
El 14 de junio, un Toyota Corolla terminó incrustado en el ex Palacio Municipal, en Pellegrini y Rivadavia. Según testigos, el conductor habría intentado atropellar a un joven con el que había discutido minutos antes en un boliche. Incluso después de esto, los acompañantes de la víctima golpearon al conductor.
Otro hecho violento ocurrió en octubre del año pasado. Cámaras de seguridad registraron a un grupo de jóvenes que, tras una pelea, arrancaron plantas del cantero central de avenida Savio y las arrojaron a la calle para seguir agrediéndose.
Vecinos de diferentes zonas de la ciudad coinciden en que estos episodios se volvieron habituales durante las madrugadas del fin de semana, sobre todo en las inmediaciones de bares y boliches. También advierten que el nivel de violencia es preocupante.